Ya sabemos lo importante que es contar con contenido audiovisual en redes sociales, sin embargo, no sólo se trata de producir un video y subirlo a TODAS las redes sociales. En primer lugar, repetir contenido a través de tus canales no es la mejor de las prácticas, ya que debes considerar las necesidades de tu audiencia y lo que debes ofrecerle para generar un mayor engagement.
Lo primero que hay que tomar en cuenta es la manera en que los usuarios consumen el contenido. Según Torrey Tayenaka de Entrepreneur, cuando los usuarios eligen Youtube es porque tienen la intención explícita de ver videos y pueden pasar una mayor cantidad de tiempo en la plataforma. Al tomar la decisión de invertir más minutos, esperan contenido más elaborado y con más calidad que lo que podrían encontrar en otras redes sociales.
Por su parte, los usuarios de Facebook dedican menos tiempo a los videos y aunque los vean completos, muchas veces lo hacen sin sonido, ya sea porque se encuentran en lugares públicos o porque los miran a través de algún dispositivo móvil. Sabiendo esto, la recomendación es hacer videos más cortos y con subtítulos en tipografías legibles para pantallas más pequeñas.
Otra forma de ver la diferencia entre las dos redes sociales y la forma de adaptar tu contenido es la que propone Marcus Krieg de WireBuzz: en YouTube las personas van a buscar algo en específico mientras que en Facebook, prácticamente se topan con el contenido y sólo se detendrán a mirarlo si éste capta su atención. Por otro lado, en YouTube puedes preservar tus videos siempre visibles en tu canal mientras que Facebook los elimina del feed después de unos cuantos días.
Un buen ejemplo de cómo utilizar material para ambas plataformas lo podemos ver en cuentas informativas tal como BBC. En sus perfiles de Facebook, YouTube e incluso en Instagram, el broadcaster londinense es selectivo con respecto a las historias que comparten en una y otra red. Otra instancia que podría servirte de inspiración es ATTN: en general, sus videos son cortos; en su página de Facebook no encontrarás contenido de más de tres minutos, mientras que en YouTube hay piezas más largas y series de temas varios.
Así que ya lo sabes, como parte de tus mejores prácticas, adapta tu contenido a las diferentes plataformas para llevarlo en el momento adecuado a la audiencia correcta. Esto no sólo es una recomendación, sino un principio básico de la estrategia de contenido. Finalmente, recuerda que no porque estén ahí es necesario que tengas presencia en todas las redes sociales, utiliza la que tenga más sentido para tu marca y tu producto o servicio.
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