En las organizaciones actuales la estructura de los equipos de trabajo ha evolucionado de manera tal que ya los organigramas verticales han quedado algo obsoletos y ahora la forma de laborar e interactuar es más horizontal. Dentro de este esquema, se encuentra también la figura del Project Manager (PM), una persona que si bien no tiene un “nuevo”, rescata las habilidades de un líder y un ejecutor.


Lo primero que hay que entender es que un PM no es un jefe ni tampoco es un Ejecutivo de Cuenta aunque está en constante comunicación con todos los stakeholders del proyecto y más allá de sus labores administrando el trabajo y manejando tiempos de entrega, dirige al equipo para la consecución del éxito y sobre todo, aportar para ofrecer valor al cliente.

Tanto en el equipo como en la empresa debe existir una cultura de colaboración en la que el project manager sea parte de lo que el pod desarrolla. Asimismo, la transparencia es muy importante tanto a nivel interno como con tus clientes y el PM debe sentirse empoderado para tomar las mejores decisiones y empoderar al equipo para que también lo haga y proponga soluciones o alternativas.


De igual manera, un buen PM debe detectar las situaciones que puedan convertirse en un foco rojo durante el desarrollo del proyecto para prevenirlas o revertirlas de la mejor manera, independientemente de su método de administración del proyecto.

Cualidades y habilidades del PM

  • Comunicación con todos los stakeholders del proyecto.
  • Visión para soluciones.
  • Gestión y dirección por medio de la influencia.
  • Negociación con cliente y con el equipo para que, en la medida de lo posible, todos obtengan lo que necesitan.
  • Ownership.
  • Es el responsable de entregar los avances del proyecto al cliente.
  • Ejecución (hace que las cosas pasen).

Es importante también entender no sólo el proyecto sino de qué va el cliente y qué es lo que se está realizando. No es un proyecto, es un producto o servicio que servirá para algo y tendrá un usuario final que no es el cliente. Es así que mientras más conoces al usuario final, mejor se puede colaborar tanto con el equipo, como con el cliente.


Ahora que si tú eres PM, ¿qué puedes hacer para hacer a tu equipo más eficiente?

  • “Preocúpate” por ellos. En el sentido de que debes estar ahí para ellos. Al final del día, tú eres el enlace de comunicación con el resto de los stakeholders.
  • Cuando te importa tu equipo (y es un interés genuino), te ganas su confianza.
  • Comunícate con todas las personas que necesiten saber de determinada situación.
  • Hazles saber la visión del proyecto y los objetivos que se desean alcanzar con el mismo; por qué es importante.
  • Genera la confianza necesaria para que el equipo haga todas las preguntas necesarias.

Ya lo decíamos, no se trata de un jefe, se trata de un líder que es parte del equipo. Y todo es parte de una nueva estructura organizacional que pone al usuario final al frente de las prioridades y del valor que como agencia o como empresa se le otorga al cliente. No es un puesto de trabajo solamente, es más la actitud, la cultura y la mentalidad con las que se encaran y se llevan a cabo los proyectos.


¿Cuáles son tus mejores prácticas de administración de proyectos?

Fuente: Wizeline Academy