Casi podemos asegurar que cuando comenzamos a escribir, nos enseñaron con la famosa pirámide: “cubre las preguntas más importantes, qué, cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué al inicio del texto porque los lectores “pierden interés rápidamente”. De ahí, había que continuar con información menos relevantes y así hasta terminar.
Lo mismo sucedía con otro tipo de discursos, sin embargo, conforme pasa el tiempo y se imponen nuevos estilos, formatos y plataformas, la pirámide ha quedado obsoleta. Aunado a ello y al resurgimiento del storytelling, nuevas estructuras se abren paso para conquistar a usuarios y consumidores que pasan más tiempo online que offline.
Como siempre, lo primero que hay que tomar en cuenta a la hora de escribir es el propósito: para qué escribimos. De ahí, Según Chadwick Martin Bailey, expertos en estrategias de mercado desarrolladas a partir de datos, la característica que distingue a las piezas que más se comparten es que sean entretenidas e interesantes (72%). Luego, hay que pensar en la historia que queremos contar y considerar a nuestros seguidores o audiencia.
Por otro lado, Ann Wylie, fundadora de Wylie Communications, sugiere que la pieza debe ser útil y fácil de leer. Esto no significa que el contenido sea simple o trivial, sino que debe ser escaneable para el lector: valerse de elementos gráficos e incluso de espacios en blanco para facilitar la lectura y su comprensión.
Ya que la pirámide ha quedado atrás, entonces ¿qué estructura o formato utilizar? Wylie recomienda el llamado “feature” o estilo de reportaje con una introducción, cuerpo y conclusión bien definidos para “enganchar” al lector de principio a fin y comunicar el mensaje deseado de una manera efectiva y creativa.
Introducción
La frase inicial debe ser provocativa, que incite a la lectura. Se pueden utilizar recursos como juegos de palabras, descripciones, metáforas, anécdotas o datos estadísticos pero olvídate de las citas o las frases célebres.
Asimismo, debe incluir un resumen o abstract del mensaje más importante.
Dale a tus lectores antecedentes o contexto de la situación.
Cuerpo
En esta parte puedes abordar el contenido de acuerdo a la ubicación de los acontecimientos, temas o subtemas, cronología o a nivel jerárquico.
Recuerda que puedes utilizar bullets o numeraciones para hacer la lectura más sencilla.
Conclusión
Para terminar, procura que tu kicker sea tan interesante y provocativo como tu introducción.
La conclusión o cierre debe ser la parte con la que completes el círculo de la historia y de tu mensaje principal. Deja a tu audiencia con un buen sabor de boca.
Esta estructura se recomienda sobre todo para comunicar resultados de encuestas, historias de éxito (anteriormente casos de estudio) y para las famosas “tip-sheets”. Finalmente, no olvides hacer tu texto concisa; no tienes que escribir muchas palabras para contar una buena historia. Recuerda que en muchas ocasiones, “menos es más”.
¿Cuáles son tus tips de escritura más efectivos?
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