Mucho ya se ha hablado del poder del storytelling en marketing y como táctica para desarrollar contenido para cada uno de nuestros clientes, pero ¿qué pasa cuando hay que aplicar la misma herramienta a nuestro negocio? Los casos de estudio o casos de éxito son narrativas poderosas que tienen la capacidad de ganarnos clientes y nuevos proyectos.

Cuando se trata de casos de éxito, no hay que ser tímidos: se trata de destacar cómo nuestros clientes han logrado dicho éxito a través del uso de nuestros productos y servicios. De acuerdo a Ann Handley, autora de Content Rules: How to Create Killer Blogs, Podcasts, Videos, Ebooks, Webinars (and More) That Engage Customers and Ignite Your Business, lo primero que hay que hacer es determinar quién es nuestra audiencia y siempre mantener en mente que estamos contando una historia de éxito que suene “humana” y con la que podamos conectar con dicho público.

Por otro lado, la historia que contemos debe ser una buena historia y, por supuesto, nuestro negocio debe ser el héroe de la película. En palabras de Handley, la historia debe ser ver verdadera y tu organización debe aceptar y celebrar el papel de superhéroe al ayudar a otra empresa a resolver un problema. De esta manera se establece credibilidad y le das la oportunidad a tus clientes potenciales de imaginarse en el mismo sendero de éxito.

Aquí te dejamos una sencilla estructura que la experta en content marketing recomienda:

  1. Setup. Presenta a la empresa a través de algunos datos relevantes a manera de lista (nombre, contacto, ubicación, industria, ganancias anuales, número de empleados.
  2. Reto. Cuenta tu historia desde la perspectiva de un personaje y establece cuál es la situación que enfrenta
  3. Solución. Posiciona a tu empresa como el superhéroe, ya que son tus productos y servicios los que ayudan a tu personaje principal a sortear la situación en la que se encuentra. Provoca la inspiración de tu audiencia.
  4. Resultado. Dale a tu público la sensación de bienestar, tranquilidad y éxito después de haber resuelto el problema y enfatiza las lecciones aprendidas.
  5. Formatos. Imagina tu historia no sólo como texto, sino como imágenes o un video.

Finalmente, recuerda mantener tu caso de éxito no mayor a dos cuartillas (cuando se trate de texto). De igual manera, puedes acompañarlo con otros elementos para motivar a la lectura o visualización y proveer a tu audiencia con la información que necesita para facilitar su proceso de toma de decisión.