En términos de publicidad y marketing los creativos y diseñadores utilizan una gran variedad de recursos para transmitir mensajes siendo uno de los más populares el texto escrito. Pero, ¿qué pasa cuándo dicho texto se vuelve ilegible para tu público? ¿Hay alguna manera de evitarlo y hacer el contenido más accesible e incluyente?

Una de cada cinco personas sufre de dislexia en los Estados Unidos y a nivel mundial entre 6 y 17% de la población infantil la padece. Se trata de una condición vitalicia que dificulta actividades como leer, escribir, hablar, siendo una de las principales causas que dificultan el entendimiento y procesamiento de la información.

De acuerdo a Design Week, para poder hacer la información más accesible, es necesario considerar desde el espacio entre las letras hasta la combinación de colores a utilizar pasando por las imágenes que acompañan al texto y hasta el brillo de la pantalla en la que las personas accederán a la información. Es por eso que en algunos países se llevan a cabo iniciativas como guías de estilo para personas con dislexia.

Ejemplo de ello es el manual que publica la Asociación Británica para la Dislexia, la cual se publica desde hace 20 años para mejorar la legibilidad tanto en medios impresos como en pantallas. La guía se actualiza cada año y se mejora de acuerdo a los resultados de las investigaciones más recientes.

A grandes rasgos, las recomendaciones en cuanto a tipografía son:

  • Utilizar tipografía sans serif, por ejemplo Arial y Comic Sans.
  • El tamaño de la letra debe ser entre 12 y 14 puntos.
  • Aumentar el tamaño del espacio entre caracteres (tracking).
  • Aumentar el tamaño entre el espacio entre líneas.
  • Evitar interlineados e itálicas. Usar negritas para resaltar.
  • Evitar textos sólo en mayúsculas.

Se sugiere también el uso de estilos en encabezados y párrafos en general para dar estructura y facilitar la lectura. Asimismo considerar la alineación del texto y dejar más espacio entre párrafos y asegurarse que los hipervínculos se vean diferentes que el resto del escrito.

Con respecto al color se deben evitar fondos con trama. En su lugar, fondos claros (evitar el blanco) y que haya suficiente contraste con el color del texto. Otra cuestión es evitar colores como verde, rojo y rosa, ya que éstos representan un problema para las personas con daltonismo. Por otro lado, se debe dejar suficiente aire entre los elementos de la pieza para que no se encimen y utilizar elementos gráficos que ayuden a la comprensión del texto.

Para crear conciencia sobre este tema de accesibilidad agencias como BBDO Dubai en conjunto con la asociación australiana Sydlexia han creado campañas para no sólo exponer el problema sino ayudar a las personas con dislexia a adentrarse en los mensajes para comprenderlos mejor. Queda claro entonces que recursos hay muchos y que sólo basta seguir lineamientos sencillos para ser incluyentes y comunicar ideas poderosas de una manera más accesible para la audiencia, quien no sólo se define por su nivel socioeconómico e intereses, sino también por condiciones físicas.